martes, 13 de marzo de 2012

·Capitulo 16

CAPITULO 16

--Narra Rachel

Tres vasos de vodka más y ya ni recordaba lo que hacía en ese bar. Salí de allí tambaleándome.

-Xx: Te lo dije. Ahora no puedes volver a casa.

Me volví. Era el tipo de antes. Aquel chico raro pero a la vez interesante.

-Yo: ¿Cómo te llamabas?

-Xx: Ryan, ¿No me recuerdas?

-Yo: Sí, eres el tipo de antes..

Estaba empezando a tambalearme y empezaba a ver borroso.

-Yo: ¿Porqué te vas?

-Ryan: No me voy a ningún lado.

Empezaba a ver peor y a marearme.

-Yo: ¿Porqué hay dos tú? ¿Tienes un hermano gemelo?

Y después de decir eso no recuerdo nada más, solo se que me desmayé.

Al despertar me dolía mucho la cabeza. Odiaba eso. El despertar después de haber bebido. Odiosa resaca. Me encontraba en una habitación que no conocía y por más que intentaba recordar no encontraba respuestas. Sin duda, beber no es lo mio.

-Yo: Dios mío, ¿Qué he hecho?

Intenté levantarme pero al hacerlo me dolió mucho más la cabeza. En ese momento entró Ryan y cuando lo hizo empecé a pensar mal y ponerme muy nerviosa.

-Ryan: ¿Ya te has despertado?

-Yo: ¡¿Qué me has hecho?!

-Ryan: Tranquila, no te he tocado. Huebiese sido imposible estando tan borracha y a demás desmayada.

Lo miré con odio. ¿Quién se habría creído ese tipo?

-Ryan: Te he traído un vaso de agua. Tómate esto -Dijo dandome una pastilla- Te sentirás mejor.

Lo miré con desconfianza. Mucha desconfianza. No dije nada. Simplemente me quede mirandole esperando alguna respuesta de su parte.

-Ryan: Tranquila, no te voy a drogar. Es solo neubofren para el dolor de cabeza.

Después de que dijese eso, lo miré por última vez y me la tomé.

-Ryan: ¿Quieres qué te lleve a tu casa?

Negué con la cabeza. No tenía fuerzas para nada y mucho menos para enfrentarme a una bornca con mis padres con la cabeza así.

-Yo: ¿Te molesta si me quedo un poco más? No tengo ganas de oír la bronca de mis padres. Aún no.

-Ryan: No pasa nada. Quédate todo el tiempo que quieras. ¿Te apetece un café?

-Yo: Sí, gracias.

Volvió al cabo de unos minutos. Traía dos tazas de café y una película.

-Ryan: Mira, para distraernos un poco. Es Fuga de cerebros 2 ¿La has visto?

Negué con la cabeza.

-Ryan: Yo sí. Me gustó más que 1... Aquí el hermano...

Y en ese momento dejé de escucharle. Hasta ese momento no me había fijado en lo guapo que era Ryan. Rubio, ojos azules, alto, se le marcaban los musculos. Y tenía unos labios bonitos. Apetecibles. Muy apetecibles. Entonces me dí cuenta de que seguía hablando.

-Ryan: Y entonces él se encuentra con la chica y...

-Yo: ¿Por qué mejor no vemos la peli?

-Ryan: Sí, vale.

Y la puso en el DVD. La película era muy divertida. Nos reíamos mucho. La mayoría de veces que reía era porque su risa era contagiosa. Muy contagiosa. Y de repente ocurrió. No besamos. Fue un beso apasionado, largo pero se hizo corto ese tiempo. Entonces me miró los ojos y bueno, 10 minutos después ya estaba gimiendo debajo suya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario